un diario posible

miércoles, 15 de abril de 2009


Recién vuelvo del gimnasio. Mientras "recorría" 5 km a 7.5 km por hora en 40 minutos quemando 400 calorías, me puse a pensar algunas cosas (no son nada profundas, estaba en el gimnasio)
1) Así como el mundo de la moda está lleno de galicismos y el de la gastronomía de italianismos; el mundo de los gimnasios está lleno de anglicismos: supongo que eso es porque los angloparlantes comen comida que apesta y se visten horrible, entonces en algo tenían que sobresalir.
2) Los gimnasios se parecen horriblemente a mazmorras medievales: hay aparatos de metal que chirrían y la gente suda y sufre, pero hay algunas diferencias:
a) en lugar de haber verdugos encapuchados y con látigos hay entrenadores jóvenes y lindos con enormes sonrisas.
b) (corolario de a)el sadismo es reemplazado por el masoquismo.
c) en lugar de escucharse lamentos se escuchan los hits de moda.
3) (deriva de 2) Me puse a pensar algunas posibles pesadillas relacionadas con los gimnasios:
a) Estoy haciendo vuelos laterales y frontales frente al espejo y del otro lado (dentro del espejo) aparece Madonna vestida con una malla fucsia y con un grabador (ver video de Hung Up). Corro desesperadamente para tocarla y verla de cerca, pero me doy la cabeza contra el espejo; me quedo parada ahí empañándolo mientras ella me dice "entreno desde los 20, gordita, para pasar de este lado del espejo te faltan 30 años de gimnasio". Atrás está Jean-Paul Gaultier con todos los trajes que le diseñó y me dice: "probátelos, si alguno te queda bien, te lo regalo".
b) Estoy en una bicicleta fija que mira hacia afuera, enfrente, en un café a orillas del Sena (ya sé, París no queda en la calle Patricios, pero es un sueño)está George Clooney sentado solo. Toma un café y mira de vez en cuando el reloj. Quiero bajarme y correr, pero mis pies están pegados a los pedales; intento pedalear más rápido pero, obviamente, la bici se queda en su lugar. George Clooney mira por última vez el reloj, paga y se va. Al fin logro despegarme y corro sudada y desgreñada persiguiéndolo, pero se esfuma junto con el café. Enfrente está de nuevo el cyber y pegado en el vidrio un post it que dice: te esperé media hora, evidentemente tenías mejores planes.
c) Estoy caminando en la cinta, enfrente de mí la hermana Bernarda prepara, hornea, decora y devora una torta Selva Negra y me dice "Dios dijo que el chocolate no es pecado y que es mejor que el sexo".
Me despierto gritando NOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOO, me pongo el jogging, desayuno un café con leche con edulcorante y dos tostadas con Casancrem descremado y me voy al gimnasio.
4) En cuanto pueda voy a empezar a correr en la cinta, así quemo más calorías y de paso voy a estar tan cansada que no voy a tener tiempo de pensar boludeces...

2 comentarios:

Carla on 15 de abril de 2009, 22:57 dijo...

Juajjjj!!! Buena catarsis anti-gimnasio!! Es tan aburrido el gym!!! Me da mucha risa lo que decís!!! Son re deformes esos lugares! La música generalmente apesta y el lugar tb. Y se parecen a los lugares de tortura sin duda!!!Aguante Therese!!!Anti-gimnasia, anti-gimnasia! Hurray!

Pre B. on 4 de mayo de 2009, 16:04 dijo...

Chusmeando tu blog caí en esta entrada que la verdad sirvió para que recopile todos los motivos por los cuales dejé los gimnasios (hay que correr por correr, sin cintas, ni velocidades, ni cuenta calorías de por medio).

Sigo tu diario, y cuando gustes date una vuelta por el mío. Todas las opiniones ayudan a la hora de sentarse con lapicera en mano