un diario posible

domingo, 15 de enero de 2012


Hoy salí a caminar por la playa
el mar había dejado
un tesoro de almejas
piedritas
y caracoles rotos.
Encontré una piedra redonda
con el tamaño
y el peso justos
de una payana.
Me faltaban cuatro más
pero las que veía
eran demasiado grandes
o cuadradas
o arcillosas
o puntudas.
Las palabras
son a veces como payanas:
encuentro una redonda
bellísima
perfecta para jugar
pero después es muy difícil
encontrarle compañeras.
En la escuela había una nena
que jugaba con bolsitas de mijo
todas iguales
así cualquiera.


2 comentarios:

Marina on 16 de enero de 2012, 18:54 dijo...

Ey, que yo jugaba con bolsitas de tela rellenas de arroz, las cosía yo misma!!! Esto en mi barrio es piña.

Eva on 20 de enero de 2012, 22:05 dijo...

Está bien, si las cosías vos tenían algún mérito, pero convengamos que la payana posta se juega con piedras.