un diario posible

jueves, 11 de junio de 2009


Recién llegué a mi casa, me lavé las manos, me puse las pantuflas, me volví a lavar las manos, puse la pava en el fuego. Cuando tenía la merienda lista sonó el teléfono:
-Hola, familia González?
-No
-Hablo con el 4517295?
-Sí
-Mi nombre es Andrea, soy de la empresa Bonacorsi, llamo para ofrecerle nuestros servicios socia...
-Disculpame, por el momento no tengo pensado morirme.

La próxima vez, antes de quejarme de mi trabajo voy a pensar: peor es ser telemarketer de funeraria.

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