un diario posible

lunes, 26 de marzo de 2012


Si aguzo el oído
puedo sentir
las burbujas del hervor
el ruido
de las bolitas de vidrio
que chocan en el fondo
de la olla
para que el dulce no se pegue.
Las peras pasan
del amarillo suave
a un color pardo
acaramelado
llenan la casa
de perfume.


1 comentarios:

Ana Miravalles on 26 de marzo de 2012, 10:21 dijo...

ahhhh.... qué rico!!!!!!