un diario posible

martes, 15 de mayo de 2012


Los chorlitos pardos
el pecho blanco
los ojos grandes
buscan en el barro
bichitos, mínimos gusanos.
A una señal invisible
levantan juntos el vuelo
como un enjambre:
pequeños puntos negros
en el cielo de otoño.
Una garza mora se acicala
en una de las islas
que dejó la bajamar.
Más acá una gaviota
posada en un poste
cerca del muelle.
Es la calma del domingo
el mar casi no suena
bajo el barro se agita
todo un mundo misterioso.



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