Me acerco a este libro como a un animal quieto y taciturno. Acaricio su piel lisa y las páginas todas juntas con el dedo pulgar se mueven en abanico. Lo vuelvo a cerrar y empiezo de nuevo: lo acaricio. Después hoja por hoja sobre la esquina superior derecha apoyo el pulgar en la página, con el índice sostengo la esquina, en un movimiento suave doy vuelta la página, apoyo el dedo medio y después la mano entera. Entonces la mano izquierda: el pulgar sobre la hoja a mitad de la página, el resto de la mano apoyada en la tapa. La izquierda con el pulgar en la parte superior de la página derecha se prepara para el próximo movimiento. Y ahí recien el libro lenta, tímidamente, comienza a hablar.
sábado, 10 de julio de 2010
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6 comentarios:
¡cómo te estábamos extrañando acá, eva!!!! no nos vuelvas a abandonar por tanto tiempo...
un beso
gracias ana por seguirme tan fervientemente! :) paradójicamente, leí tres libros autobiográficos para un seminario y abandoné mi propio diario posible...
¡Qué lindo, Eva! Si te quisiera piropear te diría, quién fuera libro...
:)
Gracias Marina! Para mí (como para vos supongo) los libros son un poco amigos y tambien un poco amantes que te acompañan a todos lados, de vacaciones, a la playa y también calentitos bajo las sábanas.
El sabor del mundo es el sabor del libro se podria decir que..AZúCa! :)
Hola Eva!!! Cuanto hace que no andaba por aca!!! que linda sorpresa encontrar que seguis posteando!!! Besos!! Me encanto este post, por cierto...
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