Una naranja es hoy
el primer plato del desayuno.
Una naranja que pelo lentamente
para que la cáscara salga entera
(cuando teníamos 13 la tirábamos después para atrás
y como caía era la letra del chico que gustaba de vos).
La corto en gajos y como la pulpa dulce
perfumada.
Y no es cualquier naranja,
es una naranja
del patio de los padres de Ana.
Son los dones que las amigas
se intercambian en invierno.
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2 comentarios:
uno, de los inmensos e infinitos dones.
besos
qué alegría, qué privilegio tener una amiga como vos :)
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