El año pasado me regalaron tres cactus,
este verano dos crecieron
pero en lugar de espinas tienen hojas suaves
o pequeñas pelusas.
Mi hermana que sabe de cactus
y suculentas me dijo
que criados al reparo, en el ambiente naturalmente húmedo
de un departamento
los cactus no desarrollan espinas.
Anoche dormí plácidamente
dentro de tu abrazo
y tengo ganas
y tengo miedo
de que me domestiques:
si se me van las espinas
¿qué voy a hacer después a la intemperie?
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4 comentarios:
¡¡¡qué poema, Eva!!!
increíble eva sin espinas
ay! bello bello... de ser necesario, seguro las espinas vuelven a crecer --como el gato que sabe cuando esconder sus uñas-, pero ojalá nunca más te hagan falta!
Gracias por los deseos, amiga!
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