Hoy salí a caminar por la playa
el mar había dejado
un tesoro de almejas
piedritas
y caracoles rotos.
Encontré una piedra redonda
con el tamaño
y el peso justos
de una payana.
Me faltaban cuatro más
pero las que veía
eran demasiado grandes
o cuadradas
o arcillosas
o puntudas.
Las palabras
son a veces como payanas:
encuentro una redonda
bellísima
perfecta para jugar
pero después es muy difícil
encontrarle compañeras.
En la escuela había una nena
que jugaba con bolsitas de mijo
todas iguales
así cualquiera.
domingo, 15 de enero de 2012
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2 comentarios:
Ey, que yo jugaba con bolsitas de tela rellenas de arroz, las cosía yo misma!!! Esto en mi barrio es piña.
Está bien, si las cosías vos tenían algún mérito, pero convengamos que la payana posta se juega con piedras.
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